Sea en un casino, al jugar póquer en línea o en un entorno real, los juegos de azar son cada vez más accesibles y populares. Una variante de los juegos de azar es apostar en competencias deportivas. Es importante entender que las apuestas pueden afectar de manera distinta a un atleta que a una persona común. Dado que usted influye en el resultado de los partidos y tiene acceso a información desconocida para otras personas, existen normas y disposiciones que debe entender para no verse perjudicado por los efectos negativos de las apuestas. Si se familiariza con los principios sobre el juego limpio y las normas sobre las apuestas evitará los errores que podrían perjudicar su carrera (vea más adelante: “¿Cómo puedo protegerme de las apuestas ilegales y de los partidos arreglados?” e Integridad: apuestas).
Cuando se trata de sumas mínimas y entre amigos, apostar puede ser un pasatiempo agradable. Sin embargo, los atletas están especialmente en riesgo de perder el control y volverse adictos a las apuestas.
La "necesidad" de competir
Las diversas características de su personalidad que hacen que los atletas se destaquen en la cancha los ponen en riesgo de caer presa de los problemas con los juegos de azar. En realidad, el riesgo de que los atletas de alto nivel tengan problemas de este tipo es tres veces superior frente a las personas comunes. Además, para los atletas que no son capaces de mantenerse cuando sus carreras atraviesan períodos malos o que se acercan a la jubilación, los juegos de azar podrían parecer una solución a sus problemas financieros.
El espíritu competitivo de los atletas podría trasladarse de la cancha a sus vidas personales. Los juegos de azar brindan a los atletas otro ámbito en el cual también pueden competir. Sin embargo, es fácil aumentar la tolerancia al “subidón de adrenalina” asociado con las competencias, lo que puede llevar a la persona a tener la necesidad de seguir compitiendo aun cuando las actividades sean entre amigos o se realicen solo para divertirse.
Normalmente, cuando pierde dinero en un juego de azar, la persona que está jugando solo para divertirse deja de jugar. Sin embargo, el atleta de alta competencia podría comenzar a aplicar estrategias específicas (cómo apuesta, cuándo lo hace, y con respecto a qué) con la idea de que puede crear situaciones en las que terminará ganando.