En la mayoría de las ocupaciones (la banca, la medicina, la docencia, etc.), el estatus profesional exige contar con habilidades especiales y pericia. En el baloncesto sucede lo mismo: usted ha demostrado habilidades excepcionales y por eso se le paga.
Sin embargo, tener estatus profesional no es lo mismo que ser un profesional. Profesional es una persona que:
- Demuestra habilidades extraordinarias y sentido común, y utiliza esos dones en su vida profesional.
- Es considerado hacia otros y puede controlarse.
- Se enorgullece de su trabajo y se concentra en las metas que debe alcanzar. Un verdadero profesional está dispuesto a hacer más de lo que se espera de él para asegurarse de que no queden cabos sueltos.
- Sabe que las personas merecen respeto y que para ganárselo hay que respetar a los demás.
Si usted es profesional, logrará avanzar en su carrera simplemente porque sabe cómo tratar a los demás. Además, ser profesional también puede serle útil en contextos sociales. Por ejemplo, cuanto más profesional sea fuera de la cancha, más probable será que se lo perciba como un posible líder, lo que puede redundar en valiosas oportunidades durante y después de su carrera en el baloncesto.