Todos reaccionan de maneras distintas frente a los conflictos. Familiarizarse con los distintos enfoques hacia la resolución de los conflictos es fundamental para enfrentarse a ellos antes de que se salgan de control. Cuando tenga un conflicto con alguien, intente recordar que probablemente la persona responda de una manera distinta a los conflictos, algo que deberá entender y reconocer antes de avanzar.
A continuación encontrará un resumen de los diferentes estilos a la hora de enfrentarse a los conflictos.
- Competitivo. Las personas de perfil competitivo adoptan una postura firme y saben lo que quieren. En general operan desde una posición de poder que derivan de cosas como el cargo, el rango, los conocimientos especializados o su habilidad para la persuasión.
- Cooperador. Las personas de perfil cooperador intentan dejar conformes a todas las personas involucradas. Pueden ser personas muy enérgicas, pero, a diferencia de los competidores, buscan formas eficaces de cooperar y reconocen que todos son importantes.
- Conciliador. Las personas con un perfil conciliador intentan encontrar una solución que satisfaga al menos parcialmente a todos los involucrados. Todos deberán renunciar a algo, incluso el conciliador.
- Complaciente. Este estilo refleja la disposición a satisfacer las necesidades de otros a expensas de las propias. La persona complaciente con frecuencia sabe cuándo debe dar un paso al costado, pero puede ser persuadida para hacerlo aun cuando no haya justificación. No es una persona enérgica al expresar sus puntos de vista, sino con un gran espíritu de cooperación.
- Evasivo. Las personas con este estilo procuran evitar el conflicto a toda costa. Eso incluye delegar decisiones difíciles, aceptar decisiones sin cuestionarlas y aversión a herir los sentimientos de otras personas.
Una vez que determine cuál es su estilo natural y el de la persona con la que tiene el conflicto, podrá ajustar su respuesta de forma tal que la situación pueda resolverse con mayor rapidez y eficacia.