No existe ninguna receta milagrosa para poner fin a un conflicto, pero los siguientes consejos pueden ayudarlo a resolverlo con eficacia.
- Paso 1: elija el lugar. En este paso, su objetivo será establecer respeto recíproco y definir el objetivo en común de resolver el conflicto y mejorar la relación. Es una buena idea elegir un lugar neutral.
- Paso 2: reúna información. Es la oportunidad de que ambas partes puedan expresar sus puntos de vista y preocupaciones. Recuerde estos aspectos clave al escuchar a la otra persona:
- Pregunte a la otra persona cuál es su punto de vista y confirme de manera sincera que respeta su opinión.
- Escuche activamente. Deje de lado su punto de vista y escuche con atención lo que la otra persona está diciendo. Luego tendrá la oportunidad de hablar sobre su punto de vista.
- Presente sus argumentos con calma y sinceridad. Hable con seguridad, pero sin caer en la agresividad ni la sumisión.
- En sus afirmaciones, hable sobre usted. Diga: “Yo siento...”, “Estoy frustrado porque...”. No acuse a la otra persona ni le atribuya la culpa.
- Paso 3: póngase de acuerdo sobre el problema. Podría parecer una obviedad, pero confirmar de qué se trata el conflicto es importante para asegurarse de que ambos están trabajando hacia el mismo objetivo. Dos personas pueden percibir la misma situación de maneras muy distintas. Es posible que descubra que la disconformidad de ambos tiene orígenes distintos.
- Paso 4: sugieran distintas soluciones. Ambas partes deberían sugerir posibles soluciones. De esta manera, todos sentirán que han colaborado para alcanzar la solución.
- Paso 5: implemente la solución Una vez que hayan llegado a una solución mutuamente acordada, debe esforzarse con sinceridad para aplicarla. Diga que hará un esfuerzo de buena fe de allí en adelante. Si todos se mantienen en calma y con la mente abierta, será posible solucionar el problema con rapidez y de una forma que mejore las relaciones hacia el futuro.